Por Salvador Ceron
Mi profesor de matemáticas de 3º de Secundaria se apareció en el salón el primer día de clases y su primer frase fue algo así como “Con que convenza a uno de ustedes que las matemáticas son útiles, con que a alguno de ustedes le cambie la forma de pensar, yo me iré satisfecho de este curso y de mi trabajo”. Muchos nos burlamos en ese momento del nuevo profesor que usaba esa misma frase que me fue recetada por muchos otros profesores a lo largo de mis estudios, esa misma frase tan trillada por tantos catedráticos en tantas aulas del mundo.
No obstante, yo la asocio con mi profesor Favila, aquel profesor de grandes orejas que maltrataba a sus estudiantes y los torturaba con la torre de hanoi o el cubo soma.
Bueno pues esta semana culminó un curso que impartí de planeación de negocios para jóvenes emprendedores, al principio el salón estaba repleto, creo que todos sentimos que tenemos grandes ideas de negocio.
Muchos alumnos dejaron de presentarse y al final quedaron solo unos cuantos. Resultó que no todos tenían las grandes ideas de negocio que creían tener ni poseían las cualidades para emprender que también creían tener, pero algunos si.
para poner en contexto algunas de las partes esenciales del proceso de planeación de negocios y cuando hablaba de ellos es cuando más atención atraía.
Creo que escuchar historias de personas emprendedoras exitosas es de lo más inspirador y es por esto que hoy les contaré la historia de uno de mis alumnos, Eloy.
Eloy llegó al D.F. con $25,000 pesos que había conseguido de su familia y con muchas ganas de triunfar, rentó un local que durante el día es su negocio de comida “sb2-subs, bagels y burritos” (
http://www.sb2mexico.com/) y durante la noche es su casa.
No faltó a una sola clase, era el que más apuntes tomaba y el que más participaba, semana tras semana nos contaba cómo le había ido en su negocio, a veces lo escuchábamos muy emocionado y otras veces no tanto, emprender implica mucha paciencia cuando la caja no suena como lo esperas, pero cada semana salía del curso motivado y agradecido.
Eloy empezó siendo el cocinero, el cajero, el repartidor, el limpiador, etc. y a tan solo unos meses de haber abierto ya está pensando en franquiciar y hay personas haciendo fila para invertir en él.
Estoy seguro que le irá muy bien pues tiene el carácter necesario para emprender, su concepto es muy bueno y la comida mejor. (Recomiendo ampliamente la ensalada pollito chicken y el sb2 club)
Branson y Kawasaki suenan muy lejos, pero no tenemos que ir tan lejos para escuchar historias inspiradoras, nuestro país esta repleto de historias como las de Eloy, historias que me fascina conocer pues estoy convencido que es a través del impulso de estos personajes que se va a generar el valor que requiere nuestra sociedad y así poder cambiar a México.
El hecho de haber contribuido en su desarrollo aunque sea un poco me hace sentir satisfecho, como el Profesor del que me burlaba.
Gracias Favila por enseñarme una lección…
Gracias Eloy por inspirarme...
Gracias Diego por el espacio…
Gracias Fa por revisar la ortografía…