Llegó el momento, los supuestos dos mejores equipos de la primera división del fútbol mexicano disputaran en 90 minutos el trofeo que los categorizará como el máximo equipo durante los últimos seis meses.
Vimos una liguilla diferente, equipos que no tiene una convocatoria amplia dentro de nuestro fútbol, equipos con presupuestos reducidos, equipos sin cracks, pero lo que si vimos, fueron equipos que salían al terreno de juego literal a “romperse la madre”. Realmente hablo de 7 equipos (quito a Jaguares porque fue el único que desentonó) que entraron a la fase final y que dejaron con un buen sabor de boca a todos los que vimos estos partidos, porque nunca hubo un partido que no tuviera emoción, los partidos se jugaban los 90 minutos y hacían vibrar a los aficionados en todo momento.
Quiero destacar la actuación de los cuatro porteros semifinalistas, Calero, Bernal, Villalpando y Saucedo, realmente nos regalaron unas valientes salidas y maravillosas atajadas que pocas liguillas dejan ver y esto quiere decir que todos los equipos salieron a proponer los partidos con sus respectivas limitaciones.
Para los que pensamos que esta liguilla iba a ser una liguilla austera sin emociones, nos equivocamos y debemos dar gracias por las emociones brindadas que nos hicieron pasar desde un “Chelis” llorando cada partido, hasta ver a un “Tuca” que en toda su carrera futbolística nunca se le había visto festejar de esa forma el agonizante gol de Verón.
Esperemos que estos dos últimos partidos no desentonen lo que ha sido esta liguilla diferente, para que siempre nos de gusto ver a equipos de los llamados pequeños dentro de la fiesta futbolera más importante de nuestro país.
Aquí les dejo el festejo del "Tuca"
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